Oscar Müller Creel
- Oscar Müller es Doctor en Derecho y tiene el grado de Maestro en Administración de Justicia y candidato a maestro en periodismo. Es originario de la ciudad de Chihuahua, México. Es colaborador en Radio Claret América de Chicago Illinois, en temas de Derechos Humanos y Administración de Justicia y sus columnas de opinión se han publicado en el periódico Hoy del grupo Tribune Publishing Company de Chicago Illinois EUA, la cadena noticiosa Hispanic Digital Network de CISION, así como en el Heraldo de Chihuahua del grupo Organización Editorial Mexicana. Ha escrito libros sobre Derechos Humanos y Ética del Abogado, así como artículos científicos en Universidades de México, Colombia y España. Correo: [email protected]
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El centralismo y la fractura de México
Sostenemos como evidentes estas verdades: que los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Es con esta frase que inicia la Declaración a través de la cual las Colonias inglesas en Norteamérica proclamaban su separación de la Corona Inglesa, para convertirse en un país independiente. La guerra que llevó a la formación de esa nueva nación, no fue fácil y se libró en escenarios cruentos, pero también políticos y entre estos últimos se encontraba a reticencia de las colonias para ceder su poder. La Corona Inglesa había manejado con inteligencia la distribución del poder político en las colonias. Como todos sabemos el poder político se ejerce a través de la capacidad de administrar los bienes públicos (Poder Ejecutivo), la de emitir leyes (Poder Legislativo) y la capacidad de resolver los conflictos de la vida social y política (Poder Judicial). Todos esos poderes pertenecían al Rey y este los ejercía a través de una gran estructura burocrática que había trascendido a las Colonias, a las que, en un desplante de gracia, había otorgado facultades para ejercer el poder político en las tres ramas, pero en forma muy limitada. Cuando las Trece Colonias deciden independizarse, el conflicto político se presentaba en ese aspecto: cada colonia, al ser una nación independiente, obtendría para si toda la capacidad para ejercer el gobierno en esas tres ramas, por lo que existía una reticencia a aliarse con las otras colonias para hacer fuerza que pudiera vencer a la Terrible Albión. Alexander Hamilton, James Madison y John Jay fueron los percusores de la idea del federalismo. Cada Colonia conservaría su poder político originario y cederían una parte de este a un poder central que se crearía. Esta fue la formula que logro unir a las colonias que pelearon con bravura hasta lograr su independencia y crear un nuevo país sobra la base de esa estructura política. México inició su lucha por ser independiente de la Corona Española en 1810, en una guerra que se prolongó por más de diez años, pero para 1824 nos constituimos como una nación propia y nuestros padres fundadores decidieron adoptar la formula de su vecino del norte para estructurarse políticamente y así nace la República Federada de los Estado Unidos Mexicanos, cuya existencia se plasmó en el acta constitucional de ese año. Provincias Internas, era la denominación que en la colonia se daba a los territorios ocupados en el norte de América y que abarcaban territorios de lo que ahora son los Estados de Texas, parte de Oklahoma, Nuevo México, Arizona California y partes de Utah, Oregón. La sola denominación nos da a entender la poca importancia que la Corona Española deba a esos territorios, pero debían ser colonizados y para principios de 1800, los Estados Unidos recibían muchos inmigrantes a los que, con anuencia de España, enviaban a esos territorios y es en Texas donde surge el conflicto. Para 1836 gran cantidad de inmigrantes anglosajones se habían instalado en el Territorio tejano y decidieron separase de la reciente nación mexicana. El motivo: el rompimiento del pacto federal realizado por el gobierno mexicano encabezado por Carlos López de Santana, que había cambiado la constitución de 1824 y convertido a México en un país centralista, en donde todo el poder de gobierno se detentaba por el poder central y los hasta entonces Estados, se convertían, de nueva cuenta en provincias, volviendo a la estructura similar a la que se tenía durante el virreinato. Yucatán fue uno de los estados que no estuvieron de acuerdo con esto y se declaró una nación independiente; el otro fue Texas que decidió crear una República Independiente, lo que logró luego de una serie de escaramuzas militares que terminaron en la derrota de las tropas mexicanas y la detención del presidente mexicano que fue llevado a Washington. Santana vuelve a México luego de unos meses y es enviado al exilio a la Isla de Cuba, diez años tardarían para que una nueva guerra sacudiera hasta sus cimientos a nuestra nación y volviera López de Santana por sus fueros a enfrentar una lucha que desgajo a nuestra patria.